LA LEYENDA DEL
MATE Y LA LUNA.
Los guaraníes cuentan que la luna, Yacy paseaba desde
siempre por los cielos nocturnos, observando curiosa los bosques, las lagunas,
el río y los esteros desde lo alto. Cada día contemplaba su belleza como una
niña que está conociendo el mundo por primera vez. Sin embargo, a sus
oídos fueron llegando los relatos de quienes habían visitado el mundo y que le
iban contando de la vida de los animales, de la belleza de las flores, del
canto de los grillos, el piar de las aves, del sonido del río… y la luna fue tornándose
cada vez más curiosa y con deseos de visitar la tierra.
Así
que un día se decidió y, junto con Araí , la nube, fue a pedirle autorización a
Kuaray, el Sol, para que las dejase bajar un día a la tierra para así poder
contemplar de cerca las bellezas del mundo. El dios Sol se mostró reacio a
dejarlas partir, pero por fin cedió y las dejó marchar. Sólo les impuso una
condición: en la tierra serían vulnerables a los peligros de la selva como
cualquier humano, aunque también serían invisibles para estos. Luego las dejó
partir. Fue
así como la luna, Yacy, llegó un día a la tierra. Y junto con Araí fueron
visitando los lugares que veían desde las alturas, maravillándose a cada paso.
Observaron de cerca como las arañas tejían sus redes, sintieron el frío del
agua del río, tocaron la tierra roja con sus manos.Tan absortas en su mundo
estaban ambas diosas que no se percataron de la acechanza de un yaguareté que
las seguía de cerca. El felino estaba hambriento y quería comer, por lo que en
un momento largó el zarpazo para atrapar a las mujeres. En el momento justo cuando estaba por alcanzarlas, el animal fue
alcanzado por una flecha lanzada por un joven cazador guaraní, que justo pasaba
por el lugar, y que sin saberlo, salvó la vida de las diosas.
El
joven cansado por la búsqueda, pero feliz por su conquista, decidió descansar
al pie de un árbol, antes de regresar a la tribu. Y entonces se durmió. Y en
sus sueños fue visitado por las diosas que, vestidas de blanco, le hablaron con
cariño. Yacy le dijo que como símbolo de gratitud, cuando llegue a su tribu,
encontrará un arbusto a la entrada que nunca antes había visto. Le dijo como
hacer con sus hojas para preparar una infusión que uniría a las personas de
todas las tribus, como símbolo de hermandad y de confraternidad. Cuando se despertó y volvió con su gente, el joven cazador vio el
arbusto a la entrada del campamento y siguiendo las instrucciones que la diosa
le dio en sueños, el muchacho buscó una calabaza hueca, picó las hojas del
arbusto, las puso dentro y llenó el cuenco con agua. Luego, con una pequeña
caña tomó la bebida. Inmediatamente compartió la infusión con la gente de la
tribu que observaban curiosos el trabajo del cazador. La calabaza fue pasando
de mano en mano, y todos fueron tomando la infusión. Así
nació el mate, que une a las personas, que es un símbolo de paz y
confraternidad. Y que fue un regalo de la luna a los hombres para que compartan
vivencias, para que fomenten su amistad, o para que disfruten un silencio
compartido.
(Leyenda Argentina)
Lee y responde.
1) ¿Quiénes eran Yacy, Araí y Kuaray?
2)¿Cuál fue la condición que impuso el Sol ?
3)¿De qué fueron salvadas Yary y Araí y por quién?
4) ¿Cuál fue el regalo que recibió el joven cazador?
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